El desarrollo sostenible de las ciudades se enfrenta al reto de alimentar a una población creciente sin causar un impacto negativo en el medio ambiente. La agricultura urbana surge como respuesta creativa e imprescindible para fortalecer la seguridad alimentaria, reducir la huella ecológica y promover comunidades resilientes. Existen distintos modelos innovadores que transforman espacios urbanos en centros de producción de alimentos, integrando tecnología, participación social y una visión ecológica. Este artículo explora esas modalidades y destaca cómo contribuyen a la sostenibilidad, la economía local y el bienestar urbano.